domingo, 26 de junio de 2011

UN MAYO DE VIAJE (PARTE II)

Pues la "realidad" y la rutina nos duró eso... 5 días. El fin de semana siguiente, tocaba de nuevo excursión. Destino: Salzburgo. Michi nos iba a llevar desde Leoben hasta Salzburgo, haciendo alguna que otra paradita técnica.

Las chicas (entiéndase Laura, Celia y Natalija), fueron a Leoben el viernes, yo fui un día antes, por aquello de estar con Miguelito un poquito más de tiempo, y porque las chicas llegarían el viernes por la noche, a las 9 y algo a Leoben y para esa hora había un "ball" de esos que les gustan tanto a los austriacos allí en Leoben y Michi me había pedido muy encarecidamente que fuese con él (me lo pidió hasta en español...qué pronto ha aprendido lo del porfi, porfi, porfiiiii), así que nada... tocaba ir con un poquito de antelación.

No nos quedamos hasta muy tarde en ball... lo justo para que el niño cumpliese con su obligación de centroeuropeo de pimplarse un mínimo de 5 cervecitas (perdí la cuenta ahí, no se si caería alguna más... :S), porque el sábado había que levantarse tempranito y el centroeuropeo cervecero ejercía de chofer....

Como debía ser, el sábado nos levantamos tempranito y tempranito salimos de Leoben rumbo a Salzburgo...pero en el camino teníamos una primera parada: Hallstatt.
Hallstatt es un pueblo de postal. Es la típica foto que aparece en google cuando buscas "Austria". Es un sitio precioso, pintoresco...especial. Las casitas de colores, que parecen casas de muñecas, con sus balcones de madera asomando a un lago de aguas negras en el que se reflejan. Es para verlo. Lo bueno y lo malo de ese sitio, es que allí lo raro es que haga sol. Pero es lo que tiene un pueblo que esta rodeado de montañas altísimas cubiertas de bosque: que llueve mucho. Puede ser un inconveniente, pero también tiene su parte positiva... el espectáculo que ofrecían las montañas, con la niebla subiendo desde sus bosques de pinos...no tiene precio.




Dimos una vueltecita por el pueblo, su iglesia, su "sala de los cráneos", Laura compró un par de gorritos austriacos y nos montamos de nuevo en el coche. 

De nuevo en ruta, le dimos a Michi un poquito la lata canturreando canciones de esas que cantas de peque cuando vas en el autobús, de excursión con el colegio. Desde "Juan robó pan..." hasta "Madre noche en las trincheras..." pasando por alguna que otra subidita de tono. ¡Qué peligro tienen 3 españolas aburrías en un coche!

Y llegamos a la siguiente parada: Bad Ischl  (¡Jesús!). Por lo visto era una ciudad que a Francisco José le gustaba mucho y el toquecito "imperial" se nota... comer, comimos en un Mc Donalds, por aquello de que íbamos muerticas de hambre y apremiaba llenar el estómago, pero reservamos nuestro "yo" más pijo para el café. Michi nos llevó a un "Café" junto al río: "Kauner konditorei". Una especie de "orangerie" super pijíiiisima, ¡¡con su pianista y su violonchelista y todo!! monísimo. La verdad es que nuestro grupito bajaba la media de edad de los presentes en el local considerablemente, pero el lugar merecía la pena...¡y las tartas y los bollos que nos pedimos con el café todavía la merecían más!



Una vez lleno el estómago tomamos rumbo definitivo a Salzburgo. Desde aquí aprovecho para pedir disculpas a mis compañeras de viaje y en especial al conductor por mi empane sin límites... (ejem, dejémoslo ahí...), por el que llegamos un poquito más tarde de lo debido al hostel.
Esa misma noche, aprovechamos para dar un paseito a la luz de la luna por la ciudad e ir a tomar algo a la "Augustiner brauerei" un antiguo monasterio reconvertido en un conjunto de salas donde beber cerveza (What else?) y con tiendecitas para comprar comida con la que acompañar la birra. Lo único que empañó aquella noche fue que el Barça ganó la Champions... pero esos momentos en los que me acequé a la sala a ver cómo iba el partido, lo aprovecharon estas pecoritas de amigas mías para regalarme unos de los momentos en los que más me he reído en todo mi Erasmus.



Durante toda la noche le habíamos estado escribiendo a Michi en un papelito varias "perlitas lingüísticas" en español, que les hace mucha gracia a los guiris la ingente cantidad de tacos que tenemos en el castellano, pero al parecer dijo que podrían enseñarle algo más que tacos, algo bonito... y sí... algo bonito le enseñaron a decir...

De regreso al hostel, Michi y yo nos quedamos un poco apartados de las chicas, que iban por detrás de nosotros dos. En esto que veo que se saca un papelito del bolsillo, lo lee de reojillo y muy serio y con tono romántico me suelta un "Te quiero, chochito"..."¿chochito?" salté, y lo siguiente fue una carcajada (cualquiera que me conozca sabe cómo son mis carcajadas... ejem) y empecé a reirme hasta llorar. Me tuve hasta que sentar en el bordillo de unos jardines que había allí. Estas víborillas que ya se habían percatado de que su broma había sido ejecutada, llegaron hasta donde estábamos los dos, partiéndose de risa, a lo que Michi volvió a poner la guinda preguntándoles...What means "chochito"? las carcajadas de todas se tuvieron que oir hasta en Viena.

Desde luego que la primera vez que Michi me dijo "Te quiero" va a ser inolvidable...

En el hostel caímos tod@s al ratito, y es que el día siguiente iba a ser durito también: tocaba visitar Salzburgo de arriba a abajo en un solo día.

Empezamos con Hellbrunn donde Celia, Laura y yo nos dimos una "ducha" mañanera en los juegos de agua del príncipe arzobispo (lo que más me gustó de todo Salzburgo, por cierto) donde nos hartamos a reir y de donde yo salí totalmente empapada (menos mal que hacía un solazo estupendo ese día).
Y continuamos con la fortaleza, las calles del centro, la catedral, los jardines de Mirabell... foto por aquí, foto por allí... un "the hills are alive with the sound of music" por aquí, un "doe a deer, a female deer"  por allí, emulando la pelí de Sonrisas y Lágrimas nos pateamos Salzburgo.




¡Qué decir de Salzburgo! desde luego, es una ciudad de película...es curioso, porque había planeado ese viaje hace años, para hacerlo desde España. Nunca se me había ocurrido que estaría viviendo durante un año en Austria y que haría esa visita con mis compañeras de Erasmus... y ha resultado ser un viaje estupendo, más que estupendo...me he reído a más no poder y hemos visto paisajes impresionantes...y lo que me queda... :)



No hay comentarios:

Publicar un comentario