Esta es mi última semana en Viena como Erasmus. No tengo mucho tiempo de pensar en ello, porque estoy hasta arriba de exámenes (junio es junio, estés dónde estés), pero cada vez que lo hago no puedo evitar esa presión tan incómoda en el pecho, que me hace difícil respirar, que hace que se me humedezcan los ojos y se me aprieten los dientes. Qué rápido se han ido estos 9 meses...¡cuántas más cosas me hubiese gustado hacer! siento que no he sacado todo el provecho que me hubiese gustado de este Erasmus... aunque creo que es una sensación que todo Erasmus tiene... el del millón de cosas que se han quedado por hacer.
El día 1 de Julio se marcha Laura de vuelta a Madrid ¡mi Lau! ¡qué habría sido de mi aquí en Viena sin ella!... y el día 11 se marcha Celia... las risas que me he echado con Celia. Y María, mi valenciana fiestera (a pesar de que ella diga que no es fiestera), de la que me despedí el pasado sábado después de celebrar su cumple, porque se marcha el jueves... y así un adios tras otro... o pensemos mejor que son "hasta luegos"...
Yo misma me voy el día 1 de aquí, ya el día 30, a las 10 de la mañana tengo que devolver las llaves de esta habitación que ha sido mi casa durante 9 meses ¡¡mi casita!! y dejar aquí mis amapolas de la pared... :(
Aunque mi caso es un poco distinto... yo no me voy de Viena para volver a España; yo sólo me voy unos kilómetros más al sur, pero no dejo Austria.
La suerte quiso que aquel día Laura y Natalia me convenciesen para salir, que fuese a la fiesta de la Universidad de Económicas aquí en Viena y que un chico llamado Michael se acercase a preguntarme algo en alemán, a lo que yo le respondí con un "no hablo alemán"... desde entonces han pasado 8 meses... y ese chico ha compartido conmigo todo mi Erasmus y ha curado muchas heridas que aún tenía abiertas. Ahora se ha convertido en el motivo de que yo no regrese a Madrid como todas mis amigas... el motivo por el que al final, me quiero quedar aquí en Austria.
Se me ha concedido una "prórroga" a mi Erasmus... Michael me ha conseguido (porque ha sido todo gracias a él) unas prácticas en verano en una fábrica de cerveza en la ciudad en la que él vive (que casualidad) así que el día 1 de julio cambio mi habitación individual, con baño y cocina para mi solita por compartir habitación con Miguelito, cocina con Miguelito, baño con Miguelito.. ¡Ayyy!
En fin... el día 1 de octubre del año pasado di un paso enorme, un paso de 1800 kilómetros... dejé mi país, mi ciudad, mi casa, mi uni... y me vine aquí de Erasmus... ese paso ha sido taaaaaan grande que ha cambiado mi vida por completo. Consecuencia de ese paso gigante en mi vida, viene ahora otro paso enorme, el de convivir con Michi, el de trabajar en una empresa austriaca y el de, ojala, poder conseguir quedarme aquí a vivir, se abre de nuevo el abismo, de nuevo la angustia, de nuevo el no saber que pasará, pero bueno... eso ya es otra historia... que acaba de empezar.
lunes, 27 de junio de 2011
domingo, 26 de junio de 2011
UN MAYO DE VIAJE (PARTE II)
Pues la "realidad" y la rutina nos duró eso... 5 días. El fin de semana siguiente, tocaba de nuevo excursión. Destino: Salzburgo. Michi nos iba a llevar desde Leoben hasta Salzburgo, haciendo alguna que otra paradita técnica.
Dimos una vueltecita por el pueblo, su iglesia, su "sala de los cráneos", Laura compró un par de gorritos austriacos y nos montamos de nuevo en el coche.
De regreso al hostel, Michi y yo nos quedamos un poco apartados de las chicas, que iban por detrás de nosotros dos. En esto que veo que se saca un papelito del bolsillo, lo lee de reojillo y muy serio y con tono romántico me suelta un "Te quiero, chochito"..."¿chochito?" salté, y lo siguiente fue una carcajada (cualquiera que me conozca sabe cómo son mis carcajadas... ejem) y empecé a reirme hasta llorar. Me tuve hasta que sentar en el bordillo de unos jardines que había allí. Estas víborillas que ya se habían percatado de que su broma había sido ejecutada, llegaron hasta donde estábamos los dos, partiéndose de risa, a lo que Michi volvió a poner la guinda preguntándoles...What means "chochito"? las carcajadas de todas se tuvieron que oir hasta en Viena.
Las chicas (entiéndase Laura, Celia y Natalija), fueron a Leoben el viernes, yo fui un día antes, por aquello de estar con Miguelito un poquito más de tiempo, y porque las chicas llegarían el viernes por la noche, a las 9 y algo a Leoben y para esa hora había un "ball" de esos que les gustan tanto a los austriacos allí en Leoben y Michi me había pedido muy encarecidamente que fuese con él (me lo pidió hasta en español...qué pronto ha aprendido lo del porfi, porfi, porfiiiii), así que nada... tocaba ir con un poquito de antelación.
No nos quedamos hasta muy tarde en ball... lo justo para que el niño cumpliese con su obligación de centroeuropeo de pimplarse un mínimo de 5 cervecitas (perdí la cuenta ahí, no se si caería alguna más... :S), porque el sábado había que levantarse tempranito y el centroeuropeo cervecero ejercía de chofer....
Como debía ser, el sábado nos levantamos tempranito y tempranito salimos de Leoben rumbo a Salzburgo...pero en el camino teníamos una primera parada: Hallstatt.
Hallstatt es un pueblo de postal. Es la típica foto que aparece en google cuando buscas "Austria". Es un sitio precioso, pintoresco...especial. Las casitas de colores, que parecen casas de muñecas, con sus balcones de madera asomando a un lago de aguas negras en el que se reflejan. Es para verlo. Lo bueno y lo malo de ese sitio, es que allí lo raro es que haga sol. Pero es lo que tiene un pueblo que esta rodeado de montañas altísimas cubiertas de bosque: que llueve mucho. Puede ser un inconveniente, pero también tiene su parte positiva... el espectáculo que ofrecían las montañas, con la niebla subiendo desde sus bosques de pinos...no tiene precio.
Dimos una vueltecita por el pueblo, su iglesia, su "sala de los cráneos", Laura compró un par de gorritos austriacos y nos montamos de nuevo en el coche.
De nuevo en ruta, le dimos a Michi un poquito la lata canturreando canciones de esas que cantas de peque cuando vas en el autobús, de excursión con el colegio. Desde "Juan robó pan..." hasta "Madre noche en las trincheras..." pasando por alguna que otra subidita de tono. ¡Qué peligro tienen 3 españolas aburrías en un coche!
Y llegamos a la siguiente parada: Bad Ischl (¡Jesús!). Por lo visto era una ciudad que a Francisco José le gustaba mucho y el toquecito "imperial" se nota... comer, comimos en un Mc Donalds, por aquello de que íbamos muerticas de hambre y apremiaba llenar el estómago, pero reservamos nuestro "yo" más pijo para el café. Michi nos llevó a un "Café" junto al río: "Kauner konditorei". Una especie de "orangerie" super pijíiiisima, ¡¡con su pianista y su violonchelista y todo!! monísimo. La verdad es que nuestro grupito bajaba la media de edad de los presentes en el local considerablemente, pero el lugar merecía la pena...¡y las tartas y los bollos que nos pedimos con el café todavía la merecían más!
Una vez lleno el estómago tomamos rumbo definitivo a Salzburgo. Desde aquí aprovecho para pedir disculpas a mis compañeras de viaje y en especial al conductor por mi empane sin límites... (ejem, dejémoslo ahí...), por el que llegamos un poquito más tarde de lo debido al hostel.
Esa misma noche, aprovechamos para dar un paseito a la luz de la luna por la ciudad e ir a tomar algo a la "Augustiner brauerei" un antiguo monasterio reconvertido en un conjunto de salas donde beber cerveza (What else?) y con tiendecitas para comprar comida con la que acompañar la birra. Lo único que empañó aquella noche fue que el Barça ganó la Champions... pero esos momentos en los que me acequé a la sala a ver cómo iba el partido, lo aprovecharon estas pecoritas de amigas mías para regalarme unos de los momentos en los que más me he reído en todo mi Erasmus.
Durante toda la noche le habíamos estado escribiendo a Michi en un papelito varias "perlitas lingüísticas" en español, que les hace mucha gracia a los guiris la ingente cantidad de tacos que tenemos en el castellano, pero al parecer dijo que podrían enseñarle algo más que tacos, algo bonito... y sí... algo bonito le enseñaron a decir...
Desde luego que la primera vez que Michi me dijo "Te quiero" va a ser inolvidable...
En el hostel caímos tod@s al ratito, y es que el día siguiente iba a ser durito también: tocaba visitar Salzburgo de arriba a abajo en un solo día.
Empezamos con Hellbrunn donde Celia, Laura y yo nos dimos una "ducha" mañanera en los juegos de agua del príncipe arzobispo (lo que más me gustó de todo Salzburgo, por cierto) donde nos hartamos a reir y de donde yo salí totalmente empapada (menos mal que hacía un solazo estupendo ese día).
Y continuamos con la fortaleza, las calles del centro, la catedral, los jardines de Mirabell... foto por aquí, foto por allí... un "the hills are alive with the sound of music" por aquí, un "doe a deer, a female deer" por allí, emulando la pelí de Sonrisas y Lágrimas nos pateamos Salzburgo.
¡Qué decir de Salzburgo! desde luego, es una ciudad de película...es curioso, porque había planeado ese viaje hace años, para hacerlo desde España. Nunca se me había ocurrido que estaría viviendo durante un año en Austria y que haría esa visita con mis compañeras de Erasmus... y ha resultado ser un viaje estupendo, más que estupendo...me he reído a más no poder y hemos visto paisajes impresionantes...y lo que me queda... :)
En el hostel caímos tod@s al ratito, y es que el día siguiente iba a ser durito también: tocaba visitar Salzburgo de arriba a abajo en un solo día.
Empezamos con Hellbrunn donde Celia, Laura y yo nos dimos una "ducha" mañanera en los juegos de agua del príncipe arzobispo (lo que más me gustó de todo Salzburgo, por cierto) donde nos hartamos a reir y de donde yo salí totalmente empapada (menos mal que hacía un solazo estupendo ese día).
Y continuamos con la fortaleza, las calles del centro, la catedral, los jardines de Mirabell... foto por aquí, foto por allí... un "the hills are alive with the sound of music" por aquí, un "doe a deer, a female deer" por allí, emulando la pelí de Sonrisas y Lágrimas nos pateamos Salzburgo.
¡Qué decir de Salzburgo! desde luego, es una ciudad de película...es curioso, porque había planeado ese viaje hace años, para hacerlo desde España. Nunca se me había ocurrido que estaría viviendo durante un año en Austria y que haría esa visita con mis compañeras de Erasmus... y ha resultado ser un viaje estupendo, más que estupendo...me he reído a más no poder y hemos visto paisajes impresionantes...y lo que me queda... :)
miércoles, 22 de junio de 2011
UN MAYO DE VIAJE (PARTE I)
¡Madre mia! estamos a finales de Junio y llevo desde abril sin escribir...desde la vuelta del viaje a Venecia...¡han pasado tantas cositas desde entonces! Por lo pronto, volví a casa, a Madrid, que por mucho que me guste Austria, esa será SIEMPRE mi casa... y me lo pasé de cine...pueblo, con cenita en "El Lobo" incluida, mucho shopping y mucha fiesta ¡con limusina incluida hasta la puerta de la discoteca! y mucha familia...que se la echa mucho de menos desde aquí, más de lo que yo imaginaba al principio que la añoraría (bendito Skype).
Regresé a la capital austriaca la primera semana de Mayo, junto con mis padres, con los que ejercí de guía durante 5 agotadores días...que si el Ring, que si Schönbrunn, que si ver Nabucco en la Stattsoper, Grinzing, el centro, Hofburg...y...¡¡presentales a "Miguelito"!! (porque ya es Miguelito, ni Michi, ni Michael ni nada de eso...¡Miguelito!). Ya se hizo "oficial" en Semana Santa, en el pueblo, que yo tenía algo más que un amigo aquí en Austria ( por aquel entonces llevábamos 6 meses...medio año es como para considerarle más que amigo) y durante las reuniones familiares en el pueblo fue imposible llevarme un Miguelito de la Roda a la boca sin que alguien hiciese algún comentario fuera de tono al respecto, pero qué se le va a hacer ¡nací en la familia Heineken!...todos piensan en verde. Así que, ya que mis padres estaban por estos lares y que yo ya conocía a los suyos...pues hicimos una comida-presentación, pero con Laura y Erwin sentados también a la mesa, por aquello de hacerlo más informal...y también por hacerlo un alivio lingüístico, porque eso de ejercer de traductora simultánea entre mis padres y Michi fué agotador. Por lo demás, creo que fue todo de cine... :)
Me dio una pena enorme al despedirme de mis padres cuando cogían el tren que les llevaba al aeropuerto. ¡¡me hubiese gustado enseñarles tantas otras cosas de Viena!! ¡y me gustaba tanto sentir a mi familia conmigo!...pero tocaba volver a la rutina: a las clases, a estudiar y...¡a las excursiones!
Porque Mayo ha sido el mes de las excursiones.
El segundo finde de Mayo tocó excursión con Steffi. Laura y yo cogimos el tren en Westbanhof con dirección a Steyr, la ciudad de Steffi y donde nuestra amiga nos estaba esperando. (ella nos estaba esperando en Steyr...nosotras "decidimos" bajarnos una estación antes, en la fábrica de coches de Steyr...así que en vez de esperarnos, la pobre tuvo que ir a "buscarnos")...creo que el episodio "nos hemos colado en los vagones de primera" es digno al menos de ser mencionado...
Una vez en Steyr, el padre de Steffi se llevó las maletas en el coche y nosotras hicimos una visita rápida por la ciudad ¡¡¡que ciudad tan bonita!!! nos dijo Steffi que formaba parte de muchas "rutas románticas por Austria" y sin duda la ciudad es una monada...como un viaje en el tiempo, muy "principesca". Tan romántica debe ser que si no vimos 5 bodas durante aquel paseo por la ciudad, no vimos ninguna...
Comimos en casa de Steffi y cargamos los bártulos de nuevo en el Land Rover rumbo a nuestro destino: un pueblecito al otro lado del lago al que se asoma Hallstatt y a las faldas de Dachstein.
Por la tarde nos dimos el paseo de rigor por el pueblo (por supuesto, nos perdimos), jugamos con la tirolina del parque para niños e hicimos el ganso en el muelle frente al lago...donde recibimos la visita de un cisne en busca de comida que, viendo que no teníamos nada, empezó a gruñir como un perro...¡pero igualito! ¡que mal rollo de cisne!
Al día siguiente, tocaba subida a la montaña... a Hoher Dachstein. Compramos los billetes para el teleférico y... ¡arriba! la primera parada fué para ver "la cueva de hielo", como dice el nombre, es una cueva enorrrrrrme que por dentro está todita llena de estalactitas y estalacmitas de hielo, y las paredes también llenas de hielo. En las grandes concavidades había columnas enormes de hielo. ¡precioso! pero con un frio de tres pares de narices...no para ir con una sudaderita como iba yo, desde luego.
Después del espectáculo de la cueva de hielo, volvimos a coger el teleférico para subir un poquito más, hasta la cima de Hoher Dachstein, que creo que tiene unos 2500 metros. Allí arriba aún quedaba bastante nieve sin fundir, a pesar de que el sol calentaba que daba gusto. Tanto, que nos tumbamos en una de las "serpientes-banco" que había por allí a tomar el solete mientras comíamos un tentempie. Ya descansaditas nos asomamos desde una contrucción llamada "los 5 dedos" al valle. Desde allí arriba se veía tooodo el lago, Hallstatt, las montañas... Estábamos en el "nacimiento" de los Alpes...¡¡y vimos hasta un pájaro de los Alpes que vino a que le diésemos migas de pan!!
Por la tarde tocaba volver a Steyr, pero antes, hicimos una parada técnica en el lago, en una especie de playa-pradera que había antes de llegar a Hallstatt y allí una servidora consiguió meterse hasta la cadera en el agua helada del lago. Vuelta a Steyr y de allí, tren hasta Viena...el siguiente día era lunes...y había que volver a la "realidad"...aunque sólo por 5 días...
Cada vez tengo más claro que Erwin tenía más razón que un santo cuando nos dijo aquello de que Austria no es Viena...¡Austria es montañas!
Regresé a la capital austriaca la primera semana de Mayo, junto con mis padres, con los que ejercí de guía durante 5 agotadores días...que si el Ring, que si Schönbrunn, que si ver Nabucco en la Stattsoper, Grinzing, el centro, Hofburg...y...¡¡presentales a "Miguelito"!! (porque ya es Miguelito, ni Michi, ni Michael ni nada de eso...¡Miguelito!). Ya se hizo "oficial" en Semana Santa, en el pueblo, que yo tenía algo más que un amigo aquí en Austria ( por aquel entonces llevábamos 6 meses...medio año es como para considerarle más que amigo) y durante las reuniones familiares en el pueblo fue imposible llevarme un Miguelito de la Roda a la boca sin que alguien hiciese algún comentario fuera de tono al respecto, pero qué se le va a hacer ¡nací en la familia Heineken!...todos piensan en verde. Así que, ya que mis padres estaban por estos lares y que yo ya conocía a los suyos...pues hicimos una comida-presentación, pero con Laura y Erwin sentados también a la mesa, por aquello de hacerlo más informal...y también por hacerlo un alivio lingüístico, porque eso de ejercer de traductora simultánea entre mis padres y Michi fué agotador. Por lo demás, creo que fue todo de cine... :)
Me dio una pena enorme al despedirme de mis padres cuando cogían el tren que les llevaba al aeropuerto. ¡¡me hubiese gustado enseñarles tantas otras cosas de Viena!! ¡y me gustaba tanto sentir a mi familia conmigo!...pero tocaba volver a la rutina: a las clases, a estudiar y...¡a las excursiones!
Porque Mayo ha sido el mes de las excursiones.
El segundo finde de Mayo tocó excursión con Steffi. Laura y yo cogimos el tren en Westbanhof con dirección a Steyr, la ciudad de Steffi y donde nuestra amiga nos estaba esperando. (ella nos estaba esperando en Steyr...nosotras "decidimos" bajarnos una estación antes, en la fábrica de coches de Steyr...así que en vez de esperarnos, la pobre tuvo que ir a "buscarnos")...creo que el episodio "nos hemos colado en los vagones de primera" es digno al menos de ser mencionado...
Una vez en Steyr, el padre de Steffi se llevó las maletas en el coche y nosotras hicimos una visita rápida por la ciudad ¡¡¡que ciudad tan bonita!!! nos dijo Steffi que formaba parte de muchas "rutas románticas por Austria" y sin duda la ciudad es una monada...como un viaje en el tiempo, muy "principesca". Tan romántica debe ser que si no vimos 5 bodas durante aquel paseo por la ciudad, no vimos ninguna...
Comimos en casa de Steffi y cargamos los bártulos de nuevo en el Land Rover rumbo a nuestro destino: un pueblecito al otro lado del lago al que se asoma Hallstatt y a las faldas de Dachstein.
Por la tarde nos dimos el paseo de rigor por el pueblo (por supuesto, nos perdimos), jugamos con la tirolina del parque para niños e hicimos el ganso en el muelle frente al lago...donde recibimos la visita de un cisne en busca de comida que, viendo que no teníamos nada, empezó a gruñir como un perro...¡pero igualito! ¡que mal rollo de cisne!
Al día siguiente, tocaba subida a la montaña... a Hoher Dachstein. Compramos los billetes para el teleférico y... ¡arriba! la primera parada fué para ver "la cueva de hielo", como dice el nombre, es una cueva enorrrrrrme que por dentro está todita llena de estalactitas y estalacmitas de hielo, y las paredes también llenas de hielo. En las grandes concavidades había columnas enormes de hielo. ¡precioso! pero con un frio de tres pares de narices...no para ir con una sudaderita como iba yo, desde luego.
Después del espectáculo de la cueva de hielo, volvimos a coger el teleférico para subir un poquito más, hasta la cima de Hoher Dachstein, que creo que tiene unos 2500 metros. Allí arriba aún quedaba bastante nieve sin fundir, a pesar de que el sol calentaba que daba gusto. Tanto, que nos tumbamos en una de las "serpientes-banco" que había por allí a tomar el solete mientras comíamos un tentempie. Ya descansaditas nos asomamos desde una contrucción llamada "los 5 dedos" al valle. Desde allí arriba se veía tooodo el lago, Hallstatt, las montañas... Estábamos en el "nacimiento" de los Alpes...¡¡y vimos hasta un pájaro de los Alpes que vino a que le diésemos migas de pan!!
Por la tarde tocaba volver a Steyr, pero antes, hicimos una parada técnica en el lago, en una especie de playa-pradera que había antes de llegar a Hallstatt y allí una servidora consiguió meterse hasta la cadera en el agua helada del lago. Vuelta a Steyr y de allí, tren hasta Viena...el siguiente día era lunes...y había que volver a la "realidad"...aunque sólo por 5 días...
Cada vez tengo más claro que Erwin tenía más razón que un santo cuando nos dijo aquello de que Austria no es Viena...¡Austria es montañas!
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