viernes, 15 de abril de 2011

DE EXCURSIÓN

Es lo que tiene la primavera,...que uno días son soleados, calentitos y agradables y otros grises, lluviosos y desapacibles. Ahora mismo en Viena llevamos una semanita con ración doble de estos últimos. Y quizás por eso precisamente, porque llueve y hace frío me vienen a la memoria esos primeros días de abril en que disfrutamos del sol
En especial uno: el super domingo, el domingo perfecto, el ¡¡¡qué bien me lo he pasado este domingo!!...al que podríamos sumarle un sábado ideal...¡¡¡qué gran finde!!

El sábado nos fuimos las tres Marías ( a saber: Laura, Celia y yo) con una amiga de Laura que había venido a visitarla, a Lainzer Tiergarten, al oeste de Viena, para ver la Hermesvilla: un palacete mu mono que el Francisco José le montó a la cabra de su mujer, Sissi, para que se desestresara de la vida de la corte, que tan poquito le gustaba a la señora. De este modo, la esposa no se le iba por ahí a hacer viajes a tomar por saco y la tenía más cerquita de Viena, y desestresada, que es lo importante.

Así que quedamos prontito el sábado, yo fuí a la resi de Laura y preparamos un par de tortillas de patata (¿qué es una excursión sin tortilla de patata?) para preparar en bocadillo y tomamos rumbo oeste.

Y ahí que fuimos con el metro, el tranvía...y luego faltaba coger un autobús,... un autobús que se acababa de marchar y el siguiente no volvía hasta una hora después...así que, pies para que os quiero ¡¡qué el día era estupendo para ir dando un paseito!! Y así, cantando la canción de Mojinos Escocíos "Las niñas de Lasalle" que nos fuimos dando un paseito.

Íbamos caminando hacia el Lainzer Tiergarten, y debía ser el mediodía cuando pasamos por delante de un parque-praderita, con su río y todo, la mar de bucólico-pastoril (que no nos gusta ni nada a nosotras lo bucólico-pastoril), porque teníamos todas más hambre que el perro'un gitano que se dice. Y como en el paque-praderita había unas cuantas mesitas de madera con sus banquitos, decidimos hacer allí la merendola: tortillas, patatas, palitos de esos de pan que venden aquí, con sabor a queso, fresitas... ¡qué bien nos lo montamos!

Y después del "lunch break" de nuevo en marcha hasta el parque. ¡Qué bonico el parque! vamos, que no es un parque, es que es un bosque...y tienen allí sus muflones, sus gamos... y escondido entre los árboles, la Hermesvilla...¡¡de un Sissi!! así con un aire entre rural y principesco ¡una monada! ¡yo quiero un Francisco José que me ponga una casita de esas!


Después anduvimos caminando por el bosque tratando de llegar a un mirador que supuestamente hay allí, pero en algún punto del camino debimos coger la ruta equivocada, porque lo único que hicimos fue dar un rodeo y volver al mismo sitio... :S ¡pero el paseo fue bien bonito!...inutil...¡pero bonito!

Hacia las seis y pico de la tarde estábamos ya reventaitas y el plan para el día siguiente era duro también...y con todo, el parque cerraba a las 7...así que cogimos el bus de vuelta a casita y a descansar...¡nos esperaba el domingo perfecto!

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