sábado, 5 de febrero de 2011

BOKU BALL



Ayer, día 4 de Febrero, viernes, para más detalles...fuimos al baile que organiza nuestra universidad...pero que no es un baile cualquiera, en una discoteca, en una sala de fiestas, o en el gimnasio en plan americano, no...¡esto es Viena! aquí tooodo se hace con mucha clase...y el baile fué en el mismísimo Palacio de Hofburg (sí, el palacio imperial, el de Sissi...¡pues ahí!).
Por lo visto desde finales de Enero y durante Febrero y Marzo, se abre la "temporada de bailes" aquí en Viena, y distintas organizaciones, asociaciones, entidades...llamese en este caso Universidad, organizan bailes en el Palacio de Hofburg.
Siendo en el mismísimo Hofburg, había que ir monísimas...de gala, amos...así que rescaté del baúl de los recuerdos el vestido largo que me puse en la boda de "la hermana de mi ex".
La idea de ir al baile de Hofburg fue de mi buddy...bueno, buddy...ya no es buddy ¡es mi amiga con todas las letras!: Steffi...que fué quien nos lo propuso por allá por Diciembre.

Antes de ir al Palacio, quedamos en su residencia, para dar unos traguitos y comer algo (Steffi es una gran cocinera...confirmado). Los traguitos en su mayoría fueron de un snaps de nueces, que, no se porqué a mi me olía a torrijas...pero desde luego que a torrijas no sabía ¡eso era alcohol de quemar! Asi que por mi parte y la de Laura, poquitos tragos calleron.

Con algunos "traguitos" encima, y en el estómago el bollo de chocolate, plátano y nueces de Steffi, nos fuimos hacia Hofburg. Digna de mención es la carrerita que nos pegamos aquí todas las señoritas, entaconadas, con vestiditos de pitiminí y peinadísimas, para coger el tranvía que se nos iba...con los vestíos agarrados, corriendo como camioneras con los tacones...¡de foto, vamos!

Y llegamos a Hofburg. Ya la emoción se sentía en cuanto pasabamos el arco que lleva a la plaza que hay enfrente del palacio, mientras la atravesábamos, por delante de lo que es ahora la Biblioteca Nacional...¡un baile en Hofburg!



Y ya cuando llegamos, y atravesamos la puerta...¡uoooooooooooh! ¡¡alucinante!! ¡¡qué bonitooo!! unas escaleras E-NOR-MES dominaban la escena. Todo lleno de gente con sus vestidos elegantísimos o con los trajes tradicionales austriacos: los lederhosen los señores, el dirndl las mujeres. El tema del baile era Salzburgo y a la entrada, antes de subir las escaleras, a las chicas nos daban una bolsita con dos "monedas" de chocolate (buenísimo, por cierto: sabía a Nutella) con una pegatinita que tenía el escudo de Salzburgo.
Dejamos el abrigo en el ropero y nos fuimos a cotillear...lo primero primerísimo: la sala principal.



¡otro uaaaaaaaaaaaaah! cuando vimos aquello ¡impresionante! una sala gigantesca, con los techos pintados, una orquesta en uno de los extremos, la sala rodeada de gente cenando en mesitas y en el centro una pista de baile enorme con decenas de parejas bailando el Waltz ¿podía ser más Vienés?
Steffi se atrevió a bailar una pieza mientras nosotras nos quedamos allí un buen rato mirando boquiabiertas a la gente bailar....



Después anduvimos cotilleando por las distintas salas del Palacio. Había una que eran como "restaurante" donde, por un riñón y medio, te podías comprar una bebida o un piscolabis para matar el hambre (a dios gracias, el bollo de Steffi estaba lo suficientemente rico como para haber comido bastante antes de salir).
En las otras,...tenías la sensación de estar en una especie de mega-boda: como unos interminables salones de boda con un toque de discoteca Kapital: mucha gente arregladísima bailando (incluidas las típicas parejas de mediana o no tan mediana edad, que no pillan el ritmo ni queriendo) con la cosa de que en cada sala, tenías un tipo de música diferente, casi siempre con orquestas en directo y con algunas mesitas donde cenar, todas ellas decoradas con su macetita de flores (por supuesto, una de esas macetitas con flores está ahora en mi habitación), y en caso de no haber mesitas, una barra donde practicar el deporte nacional austriaco. La verdad es que daba toda la sensacion de bodorrio...lo único diferente con los bodorrios de España, es que aquí la gente, por muy serio que sea su melocotón (en algunos casos era más que evidente), ninguno pierde la compostura ni la posición de las piezas de su vestuario: no vi a ningun señor, por muy cocido que pareciese ir, acabar con la corbata en la cabeza al estilo Rambo, como puede ocurrir en una boda de nuestra querida piel de toro.


Fuimos de sala en sala y nos paramos un buen rato en la de salsa (what else) donde un grupo cubano tocaba música con ritmos latinos: salsita, merengue, bachata...no sin antes visitar otra sala PRECIOSA llenísima de lámparas donde nos bailamos un pasodoble con un estilazo españó que no se pué aguantá!!
Era gracioso, había muchas parejas de gente mayor que bailaban la salsa, el merengue o lo que les pusieran igual que si bailaran un vals...me recordaba a las típicas fiestas del pueblo o las bodas, donde siempre ves a esos matrimonios de mediana edad en adelante, que aunque les pongan el waka waka de shakira ellos se bailan un agarrao a ritmo de pasodoble.



Y asi, bailando, cotilleando y abriendo la boca a cada nueva sala que veíamos nos dieron las 3 y media. Aquello cerraba a las 4, así que decidimos ir a buscar a Steffi, que se había quedado en una sala con musica en plan house, con sus amigas, que, como además de lo que ya habían bebido antes, pidieron alguna que otra cerveza, y encima, trajeron una petaca escondida en un guante con snaps de nueces, iban un poquito contentas, la verdad. Antes de ir a la sala del TÜWI (es un "bar" que hay en la uni, y es donde estaban poniendo housete), nos pasamos por el baño, y allí nos encontramos con un grupo de españolas que también van a BOKU, y como buenas españolas empezamos a rajar...y charleta, charleta...al final nos dieron las 4 de la mañana ahí metidas en el baño marujeando...hasta que entró una señora al baño, del personal de Hofburg...que no nos dijo nada...pero fué como una invitación a que nos fuéramos...y eso hicimos, fuimos al ropero a por las cositas, me adjudiqué una macetita con flores blancas (que pegan con mi habitación)...¡y a casita! (pasando un frio de morirse al salir,...eso por descontado)



¡Fue un viernes vienés, vienés, vienés!

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