domingo, 16 de enero de 2011

REGRESO

El día 10 de enero se acabó lo bueno...tocaba volver a Viena. ¡¡qué difícil se hace volver!! más aún cuando lo he pasado tan bien con mi familia, mis amigos...¡mi gente al fin y al cabo!...y es que la tierra es la tierra...y aunque el Erasmus es una experiencia increible...¡la tierra tira!
A las dos de la tarde ya estaba sentadita en el avión y dejaba a Madrid envuelto en una densa niebla. Esta vez volvía con Germanwings, así que me chupe un viajecito estupendo de 6 horitas con escala en Colonia/Bonn que me dejó muerta. En el aeropuerto me estaba esperando el señor taxista, pues había reservado por internete un servicio de estos que te llevan del aeropuerto a donde sea/ donde sea - aeropuerto, por 29 eurillos. A las 21.30 ya estaba en mi casita...mi otra casita...ya no se ni cuál es mi casa.
20 horas antes, había dado un abrazo de despedida a mis padres en el aeropuerto...ahora tocaba verlos sólo a través de Skype...y comentar los cotilleos con Ana por el chat de facebook,... ¡y las risas no son igual a través de un chat! A pesar de estar cansadísima, y de que al día siguiente tenía que madrugar para ir al laboratorio, me costó mucho conciliar el sueño y aún me parecía, cuando estaba medio dormida que enfrente de mi estaba mi mesilla, a mis espaldas la ventana...y que de un momento a otro iba a saltar Nena a los pies de mi cama...luego abría los ojos y comprobaba que detrás sólo tenía una pared, enfrente de mi la gran ventana que daba a Peter Jordan Strasse y a mis pies...¡nada!
Sonó el despertador, vestirse, preparar la mochila y...no desayunar...porque ni siquiera había podido comprar leche el día anterior (los austriacos y sus horarios comerciales!!!). Si no era bastante con el chof que llevaba encima, aquí también la niebla envolvía la ciudad...el suelo estaba húmedo, el día gris, no se veía ni un poquito el sol...por lo menos no hacía frío. Pero bajando hacia el metro me vino otro momento de bajón, cuando me percaté de la falta de ruido que en plena hora punta de la mañana había en la calle.
Cuando vine aquí por primera vez aprecié algunas diferencias entre nosotros y la gente de aquí, de la vida en Madrid y la vida en Viena...pero ahora, después de haber pasado aquí tres meses, volver a Madrid, vivir Madrid de nuevo y regresa a Viena, esas diferencias se han hecho aún más notables...y he visto otras de las que nisiquiera me habia dado cuenta la anterior vez.
Algo que al principio me parecía molesto de Madrid, que no me gustaba y de lo que me avergonzaba era el ruido, de lo ruidosos, gritones y escandalosos que somos los españoles ¡qué error! ¡si es maravilloso! salir del metro en la Puerta del Sol y oir todo ese barullo, la gente ¡vida! y lo mejor de todo es que esa vida la encuentras en cada calle de Madrid, a pocas personas que haya en ella...¡aquí ni por asomo! es todo taaaaaan silencioso, son tan calladitos, hacen tan poco ruido...que deprime.
Y eso fué lo que me pasó a mi...me vine abajo con todo ese silencio!!! y eché tanto de menos Madrid en ese momento!!!
Afortunadamente, el trabajo es salud...y en cuanto llegué al laboratorio y hubo que ponerse manos a la obra parece que la depre se fué disipando...ya a la hora de comer, en casita (la de aquí), sono el pirubí de messenger ¡era Laura que ya estaba en Viena!...y menos mal que me recordó que esa misma tarde, a las 15h, teníamos "food safety" porque yo con el descoloque vacacional pensaba que era al día siguiente...¡otro regalo!...menos tiempo para pensar.
Mientras estábamos en clase, anocheció, cuando salimos, de hecho, era noche cerrada...Laura me dijo de ir a su resi a cenar, comprar un kebap o algo así y por lo menos no estar soliplay en mi habita...así que eso hicimos. Bajamos en el metro de Währinger Strasse, cerca de casa de Laura y, en uno de los millones de puestos de kebap que hay en Viena, compramos la cena...¡la cena!...cuando enfilamos la calle para ir a su residencia, Laura miró el reloj y se empezo a reir...

- Patri, ¿sabes qué hora es?
- Mmm...no se...¿las 8?
- ¡son las 5 de la tarde!

¡¡¡¿¿las 5 de la tarde??!!! pero si el cielo estaba negro como los ******* de un grillo!!!!! no podían ser las 5 de la tarde ¡si allí a las 5 de la tarde aún hay luz como para no tener que encender ninguna bombilla!...nos empezamos a reir las dos a carcajadas...y bueno...confirmado el hecho de que estábamos de vuelta en Austria...cenamos a la austriaca...¡a las 6!

No hay comentarios:

Publicar un comentario