lunes, 1 de noviembre de 2010

TARDE DE ÓPERA



El día de Halloween por la tarde nuestro plan fue muy muy especial...los disfraces ya tuvieron su sitio el viernes, y el domingo día 31 estaba reservado a Mozart.
En la Ópera principal de Viena, la Staatsoper, ese día representaban "La flauta mágica" de Mozart...lo habíamos visto al poco de llegar a Viena en el programa mensual de la Ópera y me hacía una ilusión enorme ver esa ópera en el pais de Mozart.


Ya cuando llegas a la estación de metro que tienen su salida a la Staatsoper te encuentras la primera sorpresita y es el "baño de la Ópera"...decorado como si fuese el interior de la Staatsoper y con música clasica sonando continuamente...Strauss, Schubert...eso se llama miccionar con estilo...
Una, entre muchas de las cosas estupendas que tiene Viena, es que puedes disfrutar de toda una representación de Ópera en un lugar como la Staatsoper (algo así como el Teatro Real de Madrid), por 3 o 4 euros. Estas son entradas para ver la representación de pie. Las de 4 euros son al fondo del patio de butacas, justo debajo del palco principal...así que por tan solo 4 eurillos tienes la posibilidad de tener prácticamente la misma visión que los que pagan un dineral por su entrada, con la única pega de que no tienes silla, sólo una barrita donde apoyar las posaderas...pero qué más puedes pedir.
Las de 3 euros son también de pie en el gallinero (gallerie) o en la penúltima planta (balcon) detrás de un par de filas de asientos. Cuando llegamos a la taquilla las entradas del patio estaban agotadas, así que cogimos unas en el balcon.

Pero cuidado con el modelito que escojes para ir a la Ópera, porque a una chiquita de un grupo de francesas que había delante de nosotras en la cola estuvieron a puntito de no dejarla pasar, porque llevaba unos shorts por medio muslo con unas medias tupidas negras...cosa que no termino de entender, porque yo iba con un vestido más o menos de la misma longitud y no me dijeron nada...¿sería por el hecho de ser vestido y no pantalon? ¡ni idea!

El edificio de la ópera por dentro es precioso...tan barroco, tan señorial...¡estaba en la Ópera de Viena! ¡increible!

Llegamos a nuestra planta, buscamos sitio y...empieza el espectáculo. Cada sitio en la ópera, incluidas las plazas de pie, tienen una pequeña pantallita delante, donde puedes seguir lo que van diciendo, en este caso, como era una ópera de Mozart, está escrita en alemán y tienes la opción de seguir estos "subtítulos" en inglés, para enterarte de lo que dicen.

Y empezó el espectáculo...Tamino, Pamina, Papageno, Papagena, la Reina de la Noche...llenaron el escenario durante una hora y pico...después descanso...y aún no me creo la suerte que tuvimos, vamos a tener que hacer una loteria, porque estamos que nos salimos. Justo delante de donde nosotras estábamos viendo la ópera de pie, habia una fila de asientos, y en éstos había un padre con el nene y abuelo viendo la obra. Al niño aquello de la ópera le debía parecer un tostón y se acabó durmiendo y el papá decidió que era mejor irse a casa en el descanso y que el niño durmiese el segundo acto en casa...así que muy amablemente nos dijo que como se iban a ir, quedaban 3 butacas libres que podíamos coger...¡flipante! por 3 euritos que nos había costado la entrada íbamos a ver media ópera sentadas en el balcón ¡! alucinadas nos quedamos de la buena suerte que habíamos tenido...y de lo amable que fue el señor al ofrecernos sus sitios.

Y es que qué semanita llevo, no paran de pasarme cosas buenas o mejor que buenas...no puedo pedir más, sólamente que esta racha continúe por mucho tiempo.

Y la ópera...la ópera me encantó, precioso...una experiencia inolvidable que tengo que repetir...cuál será la siguiente ¿El Barbero de Sevilla?¿Don Giovanni?...

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