domingo, 28 de noviembre de 2010

PATRI Y LA FÁBRICA DE CHOCOLATE


Abrí los ojos...miré a la ventana...y pegué un brinco ¡dios, hay luz! el despertador tenía que haber sonado a las 5 de la mañana, porque a las 7.40 h tenía que estar cogiendo el autobus de la excursión en frente de la Universidad de Viena...¡me había dormido!...las 7 y 3 minutos...hurry up!!!! me vestí en un suspiro, eche todo lo que era capaz de encontrar en la mochila: un paquete de galletas, la bufanda...las orejeras...¿dónde están las orejeras? ¡a la mierda con las orejeras!... me medio peiné y salí pitando...en el tranvía fui comiendo algunas galletas como desayuno y cuando llegué a Shottentor me pillé un café en el Mc donald's.
¡Llegué a tiempo! y a menos cuarto estaba subiendo con Celia en el autobús. Tras repartirnos una mandarina a cada uno (como nos cuidan, oye....) nos dieron un papelito con el plan del día y con el menú de la Heuriger a la que iríamos a cenar, para que eligiésemos lo que queríamos y lo tuviesen listo al llegar. Todo lo que íbamos a ver estaba en otra región de Austria, al sur de Viena, que se llama Styria.

El paisaje al salir de Viena cambia muchíiisimo y es todo precioso, además, cubiertos por la nieve, los pueblecitos en los valles eran clavados a esos que aparecen en las postales de navidad...con sus casitas de colores con tejados a dos aguas, su iglesia y los pinos en las laderas de las montañas...indescriptible...es para verlo...
La primera parada fue en una fábrica de aceite de semillas de calabaza, típico de Styria...y omnipresente...por tooooodos lados ves algo con semillas de calabaza o con aceite de semillas de clabaza...hacen hasta papel con la torta de extracción del aceite...la calabaza en Styria es como el cerdo en España, que se aprovecha hasta los andares, salvo porque las calabazas no andan, que sino también. En un enclave la mar de bucólico-pastoril (como tooodo lo que habíamos venido viendo por el camino en el autobus...parecían pueblos de juguete, de cuento...), estaba el molino...muy rural, muy tradicional y, como no podía ser de otro modo aquí en Austria: ecológico y bio.

Y ya allí empezó nuestro ágape:...nos prepararon una mesita con distintas "preparaciones" que hacen con las pipas de calabaza: recubiertas de chocolate, de chocolate blanco, de chocolate blanco con naranja, de mocca, de coco y chocolate, de plátano y chocolate, de canela, de vainilla, de ajo... rico, rico, rico...empezamos cogiendo de una en una y acabamos por servirnos con la cucharita que había al lado de cada bol...¡a saco! y venga pipas y venga pipas...cómo funcionaba el molino era lo de menos...allí la cosa era zampar.


Después de nuestro almuerzo calabazil, cogimos de nuevo el bus...próxima parada: Zotter!!!! la fábrica de chocolate.



En cuanto cruzas la puerta de entrada un intenso olor a cacao envuelve todo...mmmmmm ¡cacaoooo! lo siguiente, agenciarse una cucharilla que tienen en una estantería y pasar a una salita donde te proyectan una peli sobre cómo se produce el cacao...el cacao, la planta, que no el chocolate...eso viene después.
La visita empieza viendo el almacén donde tienen todos los sacos de semillas de cacao fermentadas y secas, procedentes de distintos puntos de sudamérica, y de allí pasas a ver toda la maquinaria y cómo trabajan los operarios para pasar de esas semillas a el chocolate. En el punto en que el polvo de cacao se mezcla con la manteca, tienes una fuentecita de chocolate...y tooodo el mundo se lanza ávido de dulce a llenar su cucharita (yo fuí una de esas)...hasta que te llevas la cucharita a la boca ¡por dios! ¡que cosa más desagradable! es chocolate sin leche y sin una pizca de azucar...amargo como el solito, por favor!!!! lo mejor de esa parte es dedicarte a ver las caras de la gente cuando se llevan la cucharita a la boca.


Y del infierno del chocolate amargo al paraíso...la parte en la que el polvo de cacao junto con azúcar u otros ingredientes (frutos secos, fresas,...) se mezcla con leche. Allí tenian una fila de fuentes de chocolate fundido con distintas proporciones de cacao, desde el 100 % de cacao hasta un 40%...me quedo con el de 50%. Habia también chocolate hecho con leche de soja (no muy para allá) y chocolate con leche de oveja (delicioso es poco), además de chocolate blanco fundidito...mmmmmmmm dulce dulce dulce.


Pero el verdadero gustazo eran las tres fuentecitas de chocolate fundido que había en un rellanito de la escalera: chocolate con coco, chocolate con almendras (que sabía a turrón de Jijona) y chocolate con avellanas...perdí la cuenta de las veces que repetí de cada uno...¡el paraíso en mi lengua! por favor lo que pude disfrutar...sustituto del sexo no se si podrá ser el chocolate...pero que en ese momento, en ese rellano, pude sentir cómo mis endorfinas y mi serotonina se disparaban...¡es cierto!...¡qué cosa más rica! me pasaría en ese rellano horas enteras rellenando la cucharita...¡y no estoy exagerando! cualquiera que me conozca un poquito lo sabe que no exagero.

y como broche...cuadraditos de chocolate sólido de todos los porcentajes de cacao (100-40), chocolate blanco, con leche de soja y leche de oveja...probé de cada uno con las pinzitas y luego opté por lo sencillo y gorronil...torre de cinco cuadraditos de cada uno en mi cucharita e ir comiendo...¡que sino tenías que esperar mientras cogían los demás!


De ahí pasamos a las tabletitas que hacen de sabores rarunos. Le dabas a una palanquita que parecía la de las máquinas tragaperras y te cortaba un trocito de chocolate: chocolate de un montón de procedencias distintas, en distintos porcentajes de cacao, con distintos tiempos de cocción, con arándanos, con acai, con frutos secos, con mango, con té verde, con flores, con fresas, canela, ...perdí la cuenta...y venga a probar uno y otro y repetir y comparar sabores...al final del pasillo fué cuando empecé a sentir qué como metiese un sólo trocito más de chocolate en mi estómago...¡vomitaba!
Yo creí que la visita ya había acabado...era lo lógico,...un estómago normal no tiene capacidad para más...¡pues no! había una especie de bar donde te daban un vasito largo con leche espumosa, la salita estaba recorrida en su perímetro por un cable del que colgaban unos cacharritos como mini-telesillas que transportaba cada uno tres tabletitas pequeñas de chocolate de distintos sabores, y que se iban desplazando por toda la sala a ritmo de bachata...las tabletitas son un chocolate especial para fundir en la leche y tomarte un chocolate líquido con sabor, por ejemplo a miel y canela, o vainilla bourbon, o...

tenían además un "tocadiscos" gigante con varios platitos con trocitos de chocolate de distintos sabores que podías ir cogiendo y guardar en una cajita...bueno, somos estudiante, españolas y nos pirra el dulce...una cajita no, llenamos cuatro...y como mi estómago no daba para meterme en ese momento un baso de leche con chocolate, nos liamos a pillar todas las tabletitas que creimos oportuno, sin caer en el abuso: 44 tabletas en mi caso...45 ya hubiese sido abusar...

La última parada era una salita pequeña con bolitas de chocolate también de sabores raritos, estaban metidas en algo a caballo entre una mini hormigonera de cobre y los bombos de la lotería de navidad, ahí dando vueltas y vueltas y vueltas...el problema: eran las 14.50 y a las 15.00 había que estar en el autobús para ir a ver el castillo...solución a la española...un par de servilletas y a pescar bolitas de chocolate...yo acabé con dos bolsas-servilleta llenas de bolitas. ¡qué dinero más bien empleado el que pagué por esta excursión! ¡me puse las botas a chocolate y tengo en la nevera chocolate para un mes! mmmm para repetir.
Desde luego que este sitio es el cielo para cualquier goloso empedernido entre los que sin duda yo me incluyo...
Y de vuelta al autobús, haciéndo recuento de nuestro botín llegamos al castillo de Riegersburg...¡precioso! ¡qué vistas! parecía que habíamos viajado en el tiempo por un momento, además justo al atardecer y cubierto por la primera nevada del año...inolvidable...no es para menos, si tenemos en cuenta que se trata de un castillo cuyo foso es el hogar de una familia de conejos belier!




Y de Riegersburg a cenar...madre mía, yo con un embarazo de 5 meses por toda la "jartá" de chocolate que me había metido al cuerpo hacía un ratito e íbamos camino de cenar...¡a las 5 y media de la tarde! Y ahí que llegamos, a un restaurante monísimo...aquí es que todo lo decoran con un cuidadito, hasta el mínimo detalle...tenían sus ramitas de pino en el suelo del porche de la entrada, con sus velitas metidas en bolitas de cristal...y dentro tres cuartos de lo mismo.
La cena, en mi caso, no podía haber sido más típica de Styria: una ensalada con bolas queso de oveja (creo que por aqui lo de la leche de oveja también les va lo suyo) en crema, cubiertas de semillas de calabaza y aliñada con aceite de calabaza...¡obviamente!¡qué sino!...pero oye...riquíiiisima...a pesar de mi preñez chocolatil, entró y la mitad de apfelstrudel que compartí con Celia también entró...después de la cena, mi tripa era ya de ocho meses, pero que me quiten lo bailao!

A la vuelta, y para bajar la cena se conoce, nuestros particulares azafatos (lease, los monitores de la ESN) nos ofrecieron un "café", repartieron vasitos por todo el autobús y se pasearon con...¿un termo? no, con las botellas del malísimo vino blanco y el agua con gas (aquí lo toman así, mezclado...se llama Spritzel) que habían sobrado de la cena, y con la pregunta de "one coffe?", te servian tu Spritzel, con la consiguiente risa del azafato y el "cliente". Pues tres paseos por el pasillo se dieron sirviendo "café", tres ronditas de Sprizel vamos...yo con una tuve más que suficiente, porque el vino era lo siguiente a malo, pero el que cumpliese con las tres rondas de "café" seguro que entro en calorcito.

Llegamos a las 10 y algo a Viena, yo con unas ganas enormes de entrar en mi casita y tumbarme en mi cama...pero con la satisfacción de haber disfrutado de uno de mis mejores días aquí en Viena...fué perfecto: soleado, con el paisaje precioso, salpicado de nieve...me puse hasta reventar de chocolate, me reí como una enana en la fábrica de chocolate, en la de aceite de semilla de calabaza con la imitación de la imitación de gorrino de Celia, con el bucólico-pastoril, porque tooodo era muy bucólico pastoril,...con nuestra interesante conversación sobre ética y ciencia con Alexandros en la cena...y lo mejor de todo ¡una mochila hasta los topes de chocolate! sol, nieve, risas, chocolate...¡perfecto!

¡los 25 euros mejor gastados de mi vida!

WHITE SHOPPING

El lunes de esta semana, fuimos Laura y yo a la oficina de la red de estudiantes erasmus (ESN) a pagar una excursión que organizaban a una fábrica de chocolate...pero cuando llegamos nos dijeron que no había plazas...mi gozo en un pozo...¡me hacía una ilusión enorme! Llevaba una semána un tanto monótona, aburrida, estresante...todos los apelativos negativos que se pueden poner a una semana, los tenía ésta.
Pero el miércoles cambió mi suerte. El miércoles, después de ir a ver al tutor de una de las asignaturas que tenemos y agobiarnos si cabe aún mas con lo que teníamos que hacer, nos fuimos a la salita de estudio de la facultad...chulisima por cierto: con sus sofás, su cafetera, microondas, mesas para estudiar, ordenadores... y nos pusimos con uno de tantos trabajos que tenemos que hacer. En esto que recibo una notificación de hotmail, diciéndo que había recibido un mensaje de Celia.

"Guapas!
Una amiga tiene el ticket para el sabado pero al final no puede venir, lo malo esq es sólo 1
Por fi contestadme para esta tarde si os decidís, q si no la chica va a intentar venderlo.
Besotess "

Se abrió el cielo...Laura dijo que fuese yo, que me hacía más ilusión...y al ratito contesté a Celia diciéndole que ese ticket era para mi!

El jueves, recibí otra sorpresa...al mediodía, sobre las 3 de la tarde, hablando con Michi (ya llegarán detalles de Michi...) por Skype, dijo que estaba pensando en coger el coche y venir a Viena...que al final no tenía un exámen que pensaba que tenía el viernes por la mañana y que ya no tenía nada que hacer esa tarde...pues eso...que le dio la ventolera...y me dijo "mmm son las cuatro de la tarde, sobre las 7 estoy allí,...hasta ahora"
Y a las siete y cuarto estaba llamando a mi puerta...¡todo un regalo para una tarde de jueves!... :)

El frío estaba llegando a pasos agigantados a Viena, y el paquete que mis padres enviaron desde España con mis abrigos, bufandas, guantes...estaba oficialmente perdido (confirmado por la Embajada, que manda huevos que tuviese que hasta recurrir a la embajada), así que quedé con Celia para ir a un centro comercial enorme que hay al sur de Viena, donde ella tenía que ir para comprarse un vestido, un bolso y todas esas cosas que se compra una cuando tiene que ir a una boda, para comprarme un abrigo, bufanda y guantes...
La idea era coger yo el metro y quedar en la parada de metro desde donde salen los autobuses gratuitos que te llevan al centro comercial...pero de nuevo el perfecto caballero de Michi, se ofreció a llevarme, pasar a recoger a Celia a su casa y dejarnos en el centro comercial, pues le pillaba "de camino" en su vuelta a Leoben. Y allí nos dejó sobre las dos de la tarde.
Así que el viernes tuvimos una tarde de shopping total! lo mejor de todo...cuando llegamos a la tienda donde Celia vió el vestido que le gustaba. La sección de vestidos de fiesta era impresionante, asi que, mientras ella se probaba algunos modelitos en plan cocktel para la boda, yo me pillé un par de vestidos de esos larguisimos y estupendos para probarme...¡y me enamoré de un vestido verde precioso! me lo probé dos veces...¡qué bonito! no debí ser la única que lo pensó, cuando salí del probador la señora con sus hijas que estaban al lado se me quedaron mirando descaradamente y se fueron a buscar el mismo modelo en color champagne...pero es que lo importante no es el vestido...es la percha!!! jeje
La tarde de compras fué agotadora...así que hubo una parada técnica para comer un pedacito de pizza, y salimos de allí casi a las 8 de la tarde (con mi abrigo, mis guantes, la bufanda y un vestidito y unos leggins que cayeron en plan capricho...).
Al salir del centro comercial, estaba lloviendo, pero espera...eso no era lluvia...agua nieve quizas...nos sentamos en la parada a esperar al bus de vuelta, cuando me da por mirar a la farola...eso no el lluvia, ni agua nieve ¡está nevando! ¡mi primera nevada en Viena! OOOOOOOOHHHH qué bonito fue el viaje de vuelta, viendo caer los copitos de nieve a través de la ventana del bus, y luego la del metro...uoooh ¡precioso! en los tejados empezaba ya a cuajar...y mientras veía esto iba  pensando en que al día siguiente tenía mi visita a la fábrica de chocolate...¿se podía pedir más?

domingo, 21 de noviembre de 2010

RELATIVIDAD

Hace mucho que no escribía...y creo que ha sido porque me ha faltado tiempo...¡eso es bueno! y es que desde que no escribo han pasado taaaantas cosas. Aquí en Viena, no se si por la ciudad o el país en sí o por mi condición de estudiante de intercambio, el tiempo es relativo...muyyyy relativo.
La mayoría de las veces los minutos parecen horas, el tiempo se estira enormemente, y en un solo día, en un sólo fin de semana,...te pueden pasar mil cosas...y aún así, siempre te faltan horas...pero al mismo tiempo, una mañana te sorprendes mirando al calendario y descubriendo que ya sólo queda un mes para coger un avión de regreso a casa, para pasar allí las navidades...de regreso a casa...¿y cuál es ahora mi casa?
Qué extraño cuando repites los mismos caminos en tu nueva ciudad, un día y otro y los haces tuyos, parte de tu vida, de tu rutina y te sientes en casa realmente y te tienes que parar cinco minutos y  reflexionar para caer en el hecho de que estás a casi 2000 kilómetros de tu ciudad de origen...¡que no estoy en Madrid! hasta el hecho de no entender ni jota de las conversaciones que mantiene la gente en el autobus o el metro se te hace cotidiano, normal,...es parte de tu día a día y al mismo tiempo no deja de ser una situación totalmente diferente a lo que hasta ahora había sido tu vida. Es extraño, y es dificil...pero me gusta...que tu "piloto automático", mientras caminas mirando al suelo cuando vuelves de hacer la compra te haga pensar que estas en Madrid, hasta que levantas la vista y te encuentras con alguna de esas casas de ventanas enormes, con sus tejados a dos aguas, tan barrocas y señoriales y caes en la cuenta...¡no, no es Madrid...es Viena!

En la universidad se nos han acabado las "vacaciones" y ahora toca ponerse las pilas. Ha llegado el momento de currar duro, aunque el sistema sigue siendo extraño, muy extraño. Por lo pronto hemos pasado esta última semana en la planta piloto de la facultad haciendo pan...sí, haciendo pan. Es lo que le tocaba a nuestro grupo en la asignatura "Lebensmitteltechnologisches praktikum". La cosa era pensar en algún nuevo tipo de pan que pudiésemos hacer...y hacerlo. Probando con diferentes proporciones de ingredientes y ver cuál era la proporción de los mismos con la que el pan salía mejor (aspecto, sabor, textura...) y como en nuestro grupo hay un señor (sí, señor...según laura a ese ya se le llama señor) de Etiopía, nos dio la idea del Teff, un cereal de su país que es muy rico en proteínas e hicimos un montón de panes combinando la harina y los granos de este cereal con harina de trigo y harina de avena...¡todo un prote-pan!
Y ahora toca prepararse las otras...encontrar soluciones a nuestro "brote de Salmonella" en esa especie de "los sims" que es la asignatura de Food safety and risk management y averiguar cómo se analizan nutricionalmente los snacks (patatas, gusanitos...¡no, espera! que aquí no existen los gusanitos...), encontrar todos los métodos, aprendértelos, presentarlo y que el profesor te los pregunte o te pregunte cualquier cosa sobre alguno de ellos...¡eso es el exámen! antes de pasar a hacerlos en el laboratorio...y así con análisis microbiológicos y análisis físicos...es un tú te lo guisas, tú te lo comes.
Pero no todo es curro...entre medias ha habido tiempo para una Spanish night, para vivir un fin de semana de cuento de hadas, viajar a Leoben y Graz, tener una noche salsera con invitación a chupitos incluida por aquello de que éramos españolas...y descubrir cómo, según se va acercando la Navidad, Viena se va transformando en una especie de parque temático navideño...¡increible la que tienen montada en Rathausplatz!...pero eso ya da para otra entradita de blog...

lunes, 1 de noviembre de 2010

TARDE DE ÓPERA



El día de Halloween por la tarde nuestro plan fue muy muy especial...los disfraces ya tuvieron su sitio el viernes, y el domingo día 31 estaba reservado a Mozart.
En la Ópera principal de Viena, la Staatsoper, ese día representaban "La flauta mágica" de Mozart...lo habíamos visto al poco de llegar a Viena en el programa mensual de la Ópera y me hacía una ilusión enorme ver esa ópera en el pais de Mozart.


Ya cuando llegas a la estación de metro que tienen su salida a la Staatsoper te encuentras la primera sorpresita y es el "baño de la Ópera"...decorado como si fuese el interior de la Staatsoper y con música clasica sonando continuamente...Strauss, Schubert...eso se llama miccionar con estilo...
Una, entre muchas de las cosas estupendas que tiene Viena, es que puedes disfrutar de toda una representación de Ópera en un lugar como la Staatsoper (algo así como el Teatro Real de Madrid), por 3 o 4 euros. Estas son entradas para ver la representación de pie. Las de 4 euros son al fondo del patio de butacas, justo debajo del palco principal...así que por tan solo 4 eurillos tienes la posibilidad de tener prácticamente la misma visión que los que pagan un dineral por su entrada, con la única pega de que no tienes silla, sólo una barrita donde apoyar las posaderas...pero qué más puedes pedir.
Las de 3 euros son también de pie en el gallinero (gallerie) o en la penúltima planta (balcon) detrás de un par de filas de asientos. Cuando llegamos a la taquilla las entradas del patio estaban agotadas, así que cogimos unas en el balcon.

Pero cuidado con el modelito que escojes para ir a la Ópera, porque a una chiquita de un grupo de francesas que había delante de nosotras en la cola estuvieron a puntito de no dejarla pasar, porque llevaba unos shorts por medio muslo con unas medias tupidas negras...cosa que no termino de entender, porque yo iba con un vestido más o menos de la misma longitud y no me dijeron nada...¿sería por el hecho de ser vestido y no pantalon? ¡ni idea!

El edificio de la ópera por dentro es precioso...tan barroco, tan señorial...¡estaba en la Ópera de Viena! ¡increible!

Llegamos a nuestra planta, buscamos sitio y...empieza el espectáculo. Cada sitio en la ópera, incluidas las plazas de pie, tienen una pequeña pantallita delante, donde puedes seguir lo que van diciendo, en este caso, como era una ópera de Mozart, está escrita en alemán y tienes la opción de seguir estos "subtítulos" en inglés, para enterarte de lo que dicen.

Y empezó el espectáculo...Tamino, Pamina, Papageno, Papagena, la Reina de la Noche...llenaron el escenario durante una hora y pico...después descanso...y aún no me creo la suerte que tuvimos, vamos a tener que hacer una loteria, porque estamos que nos salimos. Justo delante de donde nosotras estábamos viendo la ópera de pie, habia una fila de asientos, y en éstos había un padre con el nene y abuelo viendo la obra. Al niño aquello de la ópera le debía parecer un tostón y se acabó durmiendo y el papá decidió que era mejor irse a casa en el descanso y que el niño durmiese el segundo acto en casa...así que muy amablemente nos dijo que como se iban a ir, quedaban 3 butacas libres que podíamos coger...¡flipante! por 3 euritos que nos había costado la entrada íbamos a ver media ópera sentadas en el balcón ¡! alucinadas nos quedamos de la buena suerte que habíamos tenido...y de lo amable que fue el señor al ofrecernos sus sitios.

Y es que qué semanita llevo, no paran de pasarme cosas buenas o mejor que buenas...no puedo pedir más, sólamente que esta racha continúe por mucho tiempo.

Y la ópera...la ópera me encantó, precioso...una experiencia inolvidable que tengo que repetir...cuál será la siguiente ¿El Barbero de Sevilla?¿Don Giovanni?...