Es curioso, pero mientras veo en las noticias a través de internet como la ciclogénesis explosiva -que tanto les gusta decir a los periodistas de la tele- hace su entrada en España y mis compatriotas y paisanos disfrutan de un puente pasadito por agua y con frio, aquí en Viena, en plena centroeuropa hace un solete espléndido y una temperatura ideal: ni frío ni calor...lo justo para un jersey fino y una chaquetita (que a veces incluso estorba).
Visto el panorama: un cielo despejado y un sol radiante, decidimos dedicar la mañanita del sábado a ver algo que estuviese en el exterior...y nos fuimos al palacio de Shönbrunn, que tiene unos jardines preciosos.
Yo estuve aquí ya en julio, pero aquella vez fue en un día nublado, con un bochornazo horrible y no vi ni la mitad...ayer disfrute de Shönbrunn al completo!Y qué bonito están sus jardines en otoño...dicen que el mejor momento para visitar la ciudad de Viena es en primavera...a mi el otoño me está pareciendo precioso aquí, así que no quiero imaginarme la primavera. Con cada árbol de un color diferente, y viendo corretear a las ardillas por los caminos con algun fruto en la boca que guardar para el invierno.
Fuimos a verlo Laura -mi compi Erasmus de la Autónoma-, su compañera de habitación en la residencia: Natalia (de Serbia) y luego quedamos allí con una amiga rusa, Nasha y un amigo suyo, de cuyo nombre no es que no quiera acordarme, es que no puedo... :S.
Brunnen en alemán es fuente...y Shönbrunn está llenito de ellas...y sehr shön todas ellas. La otra vez que estuve no pude ver una que se llama "ruinas romanas": esta vez sí...¡preciosa!
Después nos encontramos con Nasha en la fuente principal, la "Fuente de Neptuno" y subimos la colina que preside Shönbrunn y a la que la otra vez tampoco subí...allí hubo sesión de fotos haciendo el ganso un poquito y alcanzamos la cima para disfrutar de un edificio que se llama "Gloriette" y que tiene dentro una cafetería con precios prohibitivos (claro!).
Cuando quisimos bajar de la colina eran casi las 3 de la tarde ¡y sin comer! Laura y yo estabamos muertitas de hambre...y el amigo de Nasha sacó de su mochila una tableta de chocolate blanco que repartió entre todas y que me supo a gloria!!!
El chocolate como tentempié estaba bien...pero mi estómago pedía más...y supongo que el de todos los demás también, así que decidimos ir yendo hacia el metro y buscar algun lugar donde comer.
Esta vez en nuestro "International Food Tour" tocó comida asiática. Comimos en un "restaurante" muy pequeñito, de Mariahilferstrasse de comida rápida asiática: tallarines o arroz fritos con cosas varias o sushi; take away o para tomar allí...estábamos mataitos, así que fué tomar allí...¡volaron! lo más gracioso es que se supone que las hambrientas éramos Laura y yo, y fuimos las últimas en terminar, los demás en un abrir y cerrar de ojos se habían terminado lo suyo ¡¡¡y a nosotras aún nos quedaba la mitad de la cajita!!!
Después continuamos con el paseo turístico de rigor, poque Nasha y su amigo no habían visto aún el centro: Graben y Hofburg. En la plaza de Hoffburg había unos hippies haciendo burbujas gigantes y nos detuvimos allí un ratito, como en el Parlamento que estabán grabando una especie de "videoclip" o algo así de estos hindues en plan Bollywood...0_0...pero aquello no terminaba de despegar, repetían y repetían los mismos dos segundos de canción, nos aburrió y continuamos.
Luego Volksgarten con el monumento a Sissi y el Ayuntamiento de Viena...y de ahí a casita que luego queríamos salir.
Y salimos: Laura, Natalia y yo fuimos a un club llamado U4, que, se supone, a los Erasmus nos cobraban sólo 1 euro por la entrada, pero resulta que es que hay que tener una tarjeta Erasmus de cuya existencia nadie nos había informado...así que tocó pagar los 5 eurapios de la entradita.
Me hace mucha gracia poque se supone que aquello es una discoteca...y es mucho más pequeño que algunos garitos de Avenida de Brasil...yo y creo que muchos españoles por discoteca entendemos algo bastante más grande, pero en fin...esto es Austria...
Aquello sin Simon, Steffi y cia. no era lo mismo, pero Steffi estaba en Linz y los demás creo que habían ido a Graz a ver a un amigo que vive allí... y a la 1 y media o así nos volvimos...otra sensación extraña...porque esa casi que es la hora a la que en España estás entrando en los sitios y esa noche es a la que estábamos saliendo del sitio (pero es q aquí a las 10 ya estás en la discoteca o en el pub!!!!). Aunque en honor a la verdad, el jueves, con nuestros compis austriacos, bien me habría quedado hasta las mil porque era un no parar de reir y ayer se me estaba haciendo hasta largo...¡en fin! a ver si el próximo finde está nuestra Steffi!!!!
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